El Año Internacional de la Cristalografía 2014 conmemora no sólo el centenario de la difracción de rayos X, que permitió el estudio detallado del material cristalino, sino también el 400 aniversario de la observación de Johannes Kepler, en 1611, de la forma simétrica de los cristales de hielo, que inició el estudio más amplio del papel de la simetría en la materia.
Naica es un poblado minero que se encuentra al norte de México, a 112 km al sureste de la capital del estado de Chihuahua. El nombre de Naica, en la lengua indígena de los tarahumaras, significa “lugar sombreado” pues hace referencia a la sombra creada por la cordillera sobre el desierto.
Siempre hay algo en los cristales que termina por seducirnos, incluso fascinarnos. Probablemente sea la belleza de sus formas simétricas, como las que se aprecian en una gema, o los misterios de su crecimiento, que a veces ocurre a grandes presiones en el interior del planeta o en condiciones controladas dentro de un laboratorio.
Presentes en toda la naturaleza, los cristales han asombrado a hombres y mujeres de todas las épocas, no sólo por su belleza hipnotizante sino por sus infinitas posibilidades en las diversas facetas de la vida cotidiana: utilizados para decorados suntuarios, como herramienta de trabajo y hasta para salar o endulzar los alimentos. Esta fascinación por los cristales perdura hasta nuestros días: en pleno siglo veintiuno los cristales son además parte esencial del desarrollo científico y tecnológico de frontera.
El carbono es el elemento más abundante en el Universo, cuyo cometido es formar polvo en el espacio entre las estrellas, el llamado medio interestelar. También es el elemento químico que, en presencia de altas temperaturas y gran presión, convierte su estructura atómica en una red cristalina conocida como diamante. Y es precisamente en 2014, año denominado como Internacional de Cristalografía por la UNESCO, en el que la existencia de cristales en el Universo brillará.
Fue el primer y quizá más importante científico dentro del escenario del Renacimiento. También fue: Clérigo, médico, jurista, economista y astrónomo. Estudió en Cracovia y también en Bolonia. En 1500, Copérnico se doctoró en astronomía en Roma. Al año siguiente obtuvo permiso para estudiar medicina en Padua (la universidad donde dio clases Galileo, casi un siglo después).